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Todos tenemos sueños y metas, pero hay dos tipos de personas: están las personas que los alcanzan y personas que se resignan. No hay nada peor en esta vida como la resignación. Ya lo decía el escritor francés Honoré de Balzac:
La resignación es un suicidio cotidiano.
La acción es lo que marca la diferencia. Todo proyecto que se ha puesto en marcha; toda innovación que se ha creado, ha sido el resultado directo de poner un sueño o una idea en acción. La vida no es algo que sucede; es algo que hacemos que ocurra.
Sabemos que tomar acción es fundamental, entonces…¿por qué no lo hacemos? ¿Qué nos paraliza? Hay muchas razones, pero hoy nos centraremos el proceso para lograrlo.
Cómo lograr tus sueños y metas: 7 enseñanzas extraídas de Taekwondo
Como ya comenté en el artículo Taekwondo: el arte de desarrollar valores:
Taekwondo es como un laboratorio donde se dan las condiciones perfectas para desarrollar hábitos y habilidades imprescindibles para la vida.
1# Define qué quieres
Si no sabes lo que quieres no puedes conseguirlo.
Establece una única prioridad: cuanto más concreta tu meta, más sencillo detallar un plan para conseguirla, y más fácil focalizar toda tu energía hacia ese fin. Este es el paso más importante. Son los cimientos que sustentan los siguientes pasos. Tómate el tiempo que necesites antes de avanzar.
Por ejemplo, una de las metas más comunes en Taekwondo es ser un cinturón negro. ¿De verdad es eso lo que deseas alcanzar? ¿Por qué? ¿Te apasiona? ¿Vas a aportar valor a la comunidad del Taekwondo? ¿Te da prestigio / seguridad / aceptación social? No importa cuales sean tus sueños, lo que importa es que sean tuyos.
Si realmente es lo que deseas no habrá nada, ni nadie que te pare. Harás lo que haga falta, el tiempo que sea necesario para lograrlo.
“Una persona con claridad de metas consigue avanzar incluso en las circunstancias más difíciles; una persona sin claridad de metas no consigue avanzar ni en las circunstancias más favorables” – Thomas Carlye.
2# Divide el proyecto en tareas más pequeñas
Taekwondo tiene el sistema de cinturones. Este método te enseña a fijar objetivos a corto, medio y largo plazo para evitar que el proceso sea abrumador.
Una de las razones por la que no tomamos acción es porque vemos los proyectos como algo titánico. No sabemos por dónde empezar y nos agobiamos. Divide tu gran proyecto en tareas más pequeñas, tan pequeñas que no te dé miedo a hacerlas. Quizás no vayas a cambiar el mundo haciendo esta tarea pequeña, pero una tras otra, un día tras otro, puede marcar la diferencia.
“Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, pueden cambiar el mundo” – Eduardo Galeano.
3# Actua
La acción es el puente entre nuestros sueños y la realidad. Taekwondo es acción. Puedes leer y estudiar mucho sobre Taekwondo; sobre cómo hacer una técnica, pero hasta que no la haces no entiendes todos sus matices.
La acción es la verdadera medida de la inteligencia. Inteligencia no es “saber”, inteligencia es “saber hacer”.
No esperes a que se den las circunstancias perfectas; a contar con todos los medios necesarios; a tener cero incertidumbre… ¡ese momento NO existe! La incertidumbre es la única constante en nuestra vida. Ponte en movimiento y descubre las soluciones por el camino, según vas haciendo.
“Dentro de un año te arrepentirás de no haber empezado hoy” – Karen Lamb.
4# Sé excelente
La forma en que haces una cosa, las haces todas. No esperes a conseguir lo que deseas para dar lo mejor de ti. Cada acción, cada hábito, define quién eres y lo que logras en tu vida.
Si en Taekwondo practicas una patada lateral (Yop Chagi) de forma mediocre, acabarás con malos hábitos que serán difíciles de modificar según pasa el tiempo. Ya lo decía Bruce Lee:
«Yo no temo al hombre que ha lanzado diez mil patadas diferentes, yo temo al hombre que ha lanzado una patada diez mil veces».
Ser excelente no significa ser perfecto. La perfección es subjetiva; lo que para mí es perfecto quizás difiera de lo que tú llamas perfecto. Ser excelente es dar lo mejor de ti en este momento, con las habilidades y conocimientos que tienes hoy.
“Si la excelencia es una opción, ¿por qué escoger algo diferente?” – Mark Gorman.
5# Evalúa y sé flexible
Para conseguir cualquier meta necesitas evaluar tu progreso de una forma honesta y continua. Si no sabes cómo lo estás haciendo, no puedes ajustar tus acciones.
Hay dos tipos de evaluación: externa (tu mentor) e interna (tú mismo).
La evaluación externa en Taekwondo es donde tu maestro (o un conjunto de ellos) te evalúa. La evaluación ocurre de una forma más específica y regular durante los entrenamientos semanales, y de forma más puntual (bianual) y global durante los exámenes de cinturón.
En cuanto a la evaluación interna, hay distintas formas de evaluarte a ti mismo. Algunos ejemplos que utilizo:
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- Grábate en vídeo: Analiza tu patrón de movimiento y observa en qué puedes mejorar. También puedes comparar tu técnica con la de un atleta que te guste: ¿Qué hace diferente? ¿Por qué su patada es distinta a la tuya? Analiza su patrón y cópialo. Aunque sé consciente de que no podrás copiar al 100%, debido a que cada persona es única (diferente estructura ósea, flexibilidad, biomecánica, fuerza, etc.).
- Monitoriza parámetros: Número de patadas en 30 segundos, número de flexiones, centímetros en salto vertical y horizontal, etc. Mantener un seguimiento de estos indicadores te dará una idea de si estás progresando o, por el contrario, necesitas modificar algún aspecto de tu entrenamiento.
En ambos casos (tanto en la evaluación interna como en la externa) recibes retroalimentación útil para la toma de decisiones. Lo importante es pasar del punto A (dónde estás) al punto B (dónde quieres estar). Cómo llegas de un punto al otro puede variar sobre la marcha; no es algo estático.
6# Oriéntate hacia el crecimiento personal
Lo habrás oído muchas veces: la felicidad está en el camino, no en la meta. ¿Qué significa esto? Si sólo estás orientado hacia la meta, una vez conseguido ya está; ya has acabado.
Conseguir algo te hará feliz durante un periodo determinado, pero se desvanecerá con el tiempo. En cambio, si te orientas hacia el desarrollo personal, te estarás marcando una meta de por vida.
Alcanzar tu máximo potencial no tiene fecha límite. Lo importante es tu desarrollo personal -en quién te conviertes durante el camino-, y no la meta conseguida.
El cinturón negro en Taekwondo no es el final del camino; no es el fin del destino, sino el principio de la maestría. El principio de una comprensión más profunda del Arte y de ti mismo.
Piensa en cómo mejorar: lee, estudia, entrena con gente que sabe más que tú, haz networking, acude a seminarios, etc.
”Un cinturón negro no es algo que llevas puesto; es algo en lo que te conviertes”.
7# No te rindas
Conseguir un cinturón negro (o cualquier otra meta) no es fácil; no es una línea recta. Habrán curvas y baches. Habrá que dar pasos atrás y cambiar la dirección. Es parte del camino hacia el éxito. En esta vida nadie fracasa, sólo hay gente que desiste.
“Todo lo que he aprendido en mi vida se resume en dos palabras: sigue adelante” – Robert Frost.
¿Qué metas te has marcado en el Taekwondo?
¿Te ha ayudado lo aprendido en TKD en otros ámbitos de tu vida?
A seguir sanos, fuertes y entrenando 🙂
Un abrazo,
Nuria
cuando tenia 10 años comencé a practicar taekwondo , luego des 6 años lo deje para dedicarme a salir de fiestas con mis amigos , hoy tengo 28 años y aun extraño practicar pero no me atrevo a regresar por que me ice débil y cobarde, tengo miedo al fracaso ya que mis habilidades y aprendizaje desapareció en todos estos años pienso que ya desperdicie mi buena edad para haber sido un buen taekwondista , ya no soy capaz de hacer un buena patada oh lograr un buena elongación, cuando veo a otros chicos practicar y ejecutar cada técnica con una elegancia me pone triste por mi estúpida decisión siento que yo no podre ser bueno ya , aunque no hay dia en que no me arrepienta de haberlo dejado.
llevo dos años tratando de regresar pero nunca logro tomar la decisión definitiva.
que me podrían aconsejar ¿
Hola Gustavo,
Muchísimas gracias por compartir tu historia de forma tan honesta y abierta, requiere fortaleza mostrarse vulnerable; así que, desde ya, gracias por ser valiente!!
Lo que me comentas es una situación que se da con bastante frecuencia; lo veo cada año en el club de taekwondo donde entreno y doy clase. Es más, en su momento, también me sucedió a mí.
En resumidas cuentas esto es lo que ocurre: la adolescencia es la búsqueda de la identidad propia. Por lo que tendemos a romper con todo lo que hacíamos antes, por ejemplo: pasamos de considerar a nuestros padres/madres como héroes, a priorizar la pertenencia al grupo de amigos; nos desvinculamos con todo lo que hacíamos antes, buscando experiencias de ocio nuevas, más asociadas a la edad adulta.
Te cuento todo esto para que seas consciente de que la decisión de dejar el Taekwondo a los 16 es bastante normal. En ese momento creíste hacer lo que era mejor para ti, y ello te aportó experiencias divertidas e irrepetibles con tu grupo de amigos.
Esa decisión no se puede cambiar. Lo que SÍ puedes cambiar es lo que haces HOY.
Todas las cualidades físicas (flexibilidad, agilidad, etc.) se pueden desarrollar con el entrenamiento– el cuerpo humano es así de magnífico!! La clave es la persistencia y la constancia. Incluso, estoy segura que en tu caso (como me pasó a mí), al haber hecho ya Taekwondo, te resultará más fácil re-aprender la parte técnica, en comparación con alguien que nunca haya entrenado antes.
Obviamente, hay que ser realista: es muy difícil que te conviertas en un atleta de élite. Es un objetivo inalcanzable tanto para ti, como para el 99% de la población.
Tu objetivo debe ser otro. Como me gusta decir: mi meta es ser cada día un 1% mejor que el anterior. Piénsalo: si empiezas HOY, en 3 meses habrás progresado más que si no empiezas. Lógico, verdad?
Deja a un lado tus miedos de ser juzgado: el “qué dirán”, el “voy a hacer el ridículo”… todos estamos inmersos en nuestro propio mundo; con nuestro propios problemas e inseguridades… nadie se va a acordar de lo que hiciste mal en 5 minutos. Y, por lo general (al menos en mi experiencia), hay buen compañerismo; nos apoyamos unos a otros para mejorar cada día.
En definitiva, mi consejo es: deja de sufrir por una decisión que tomaste hace 12 años y cambia tu vida para los próximos 56 años (aproximadamente, ya que la edad media de vida de un varón es de 84 años). Busca una escuela de Taekwondo y empieza ya! Luego, vuelve y cuéntame cómo te fue esa primera clase 🙂
Espero tu comentario Gustavo!!!
Un abrazo fuerte,
Nuria
Hola Gustavo.
Me gustaría darte mi opinión en base a mi experiencia.
Yo tengo 41 años. Nunca antes había practicado taekwondo, pero era algo que siempre me llamaba mucho la atención, más aún cuando mi hijo empezó a practicarlo hace 4 años, cuando tenían 6. Me moría de envidia cuando veía los exámenes, los progresos…
Pero nunca me lanzaba a practicar porque consideraba que yo era ya mayor para empezar un deporte así. Que debía emplear mi tiempo en otras cosas “más importantes”. Que haría el ridículo…
Pero un día me decidí y ha sido lo mejor que pude hacer.
En estos meses he ganado mucha flexibilidad (aunque aún me queda para poder hacer bien algunas patadas). Puedo hacer cosas que hacen otros adultos y/o adolescentes con cinturones iguales o más altos. Y si no me sale bien, no importa, ya iré mejorando. Tengo claro que no voy a ser deportista de élite. Pero la satisfacción que me provoca practicar este deporte me hace sentir como tal 😊
Por lo tanto, si tú ya tienes ciertos conocimientos, y el cuerpo además tiene memoria, te ánimo que vuelvas. Vas a sentir que es lo mejor que has podido hacer y seguro que evolucionarás rápido por toda tu trayectoria pasada.
Espero que mi experiencia te anime a volver a ponerte un dobok 🥋
Saludos!
¡Muchas gracias Vanesa por compartir tu historia! Un relato muy inspirador, que ayudará a muchas personas a dar ese paso decisivo de empezar 🙂